ORGULLO SU: Carolina Fuensalida, sus desafíos como mamá de 9 hijos y encargada de la reforma tributaria del gobierno

 

“Tengo clarísimo que mi primera y gran prioridad es mi familia, pero también que no es incompatible con mi vida profesional”

Se sumó al gobierno de Sebastián Piñera con el desafío de concretar el proyecto de Modernización Tributaria que pronto llegará al Congreso, para eso debió dejar definitivamente su oficina, vender su participación para dedicarse solo a esta tarea. “Terminado, veremos qué depara la vida.  En lo inmediato se me ocurre descansar un poco; el desafío ha sido gigantesco”, explica la abogada Carolina Fuensalida, apoderada de nuestro Colegio y miembro del Centro de Padres.
Mamá de 9 hijos, seis de ellas Ursulinas, cuenta que la receta para compatibilizar familia y un trabajo como el suyo es justamente no tener recetas. “Vivir cada día de manera intensa, comprometida.  Tengo clarísimo que mi primera y gran prioridad es mi familia, pero también que no es incompatible con mi vida profesional” explica esta abogada de la U. Católica, especialista en derecho tributario. Y agrega: “he tratado de darle herramientas a mis hijos para que sean lo más autónomos posibles, que no necesiten de mi para estudiar o hacer trabajos, pero sabiendo que siempre estoy disponible para ellos, para cuidarlos, quererlos, regalonearlos, apoyarlos, guiarlos”.

Llegó a las Ursulinas porque tenía muchas amigas y, en especial, una ex alumna que hoy también es apoderada del Colegio. Todas compartían un sello común: “todas muy buenas mujeres, personas integrales, cariñosas, dulces, muy fuertes y con las cosas claras. Su  ejemplo no me hizo dudar que éste sería un buen Colegio para mis hijas”.

De ese sello destaca la integridad e integralidad.  “Me gusta que sea un Colegio donde la sencillez se valora”, afirma, “estamos trabajando en fomentar el liderazgo de estas niñitas extraordinarias y creo que ahí hay desafíos relevantes”. Con una hija ya ex alumna, señala que “el Colegio le dio herramientas que creo que hoy a sus 18 años ella ha valorado también con otros ojos”.

En una sociedad que avanza a pasos agigantados, Carolina explica que “como papás lo que más les hemos inculcado a nuestros 9 hijos es ser buenas personas.  Que donde vayan dejen huella, que sean recordados por ser personas agradables, gratas.  Tratamos que les importe y se conmuevan con el mundo”.

Frente a las exigencias que la familia y el trabajo le plantean hoy a la mujer, Carolina cree que “las mujeres tenemos la capacidad de organizarnos bien, de hacer las cosas con pasión y alegría, y que la mejor forma de que las cosas resulten es no ahogarse por pequeños detalles, dar las peleas justas y necesarias, no hacer de todo un mega tema y sobre todo tener las prioridades bien claras para no perderse en el camino”.

Le encanta que la mujer esté ocupando un espacio central, que se valore su aporte en la sociedad, pero advierte que es importante “no perder en este desafío la esencia de la mujer, con sus características inherentes, propias, especiales.  Valoro profundamente que hombre y mujeres seamos distintos, que cada uno cumpla un rol, lógicamente me parece esencial que a igualdad de capacidad exista una igualdad de reconocimiento laboral, salarial, de participación en cargos de alta decisión.  Sin embargo, no me gustaría que esta pasada el rol de la mujer como madre, se viera minimizado a cambio de una igualdad mal entendida. Eso sería una pérdida brutal a nivel social”.